Yate La Pinta

Tras nuestra llegada por la mañana al aeropuerto de Baltra, nos trasladamos al canal de Itabaca y tomamos un pequeño ferry para cruzar el canal hasta la costa norte de la isla de Santa Cruz. Abordaremos nuestro autobús hacia las tierras altas, donde aprenderemos sobre los ecosistemas y la biodiversidad únicos de Santa Cruz. El almuerzo se sirve en un restaurante local.

Después del almuerzo, seguimos en autobús para llegar a una reserva que es uno de los mejores lugares del archipiélago para ver tortugas gigantes en su hábitat natural. Las tortugas son fáciles de ver, caminando con dificultad, comiendo hierba y hojas y revolcándose en las pequeñas piscinas. También hay varios túneles de lava en la reserva. Un breve viaje en autobús nos lleva a Puerto Ayora para embarcar en el yate La Pinta.

Tras el desayuno, un paseo en panga nos lleva al islote Edén, situado frente a la costa de Santa Cruz, donde podemos observar piqueros de patas azules zambulléndose en el agua, tiburones de arrecife y fragatas. Existe la posibilidad de hacer snorkel y, si las condiciones meteorológicas lo permiten, de montar en el barco con fondo de cristal. El entorno volcánico de esta zona es bastante impresionante por su variedad de restos volcánicos, como conos de ceniza, conos de toba y flujos de lava semiderruidos.

El pequeño islote de Sombrero Chino recibe su nombre por su aspecto, que recuerda a un sombrero chino. Este islote, de formación bastante reciente, constituye una hermosa visita al explorar la fauna y flora a lo largo de su sendero de 400 metros de longitud, que comienza en una playa de arena blanca en forma de media luna. La cala ofrece excelentes oportunidades para nadar y bucear entre tiburones de arrecife de punta blanca y pingüinos de Galápagos.

Esta mañana nos espera un icono de las Galápagos: La isla de Bartolomé. Una gran manera de empezar el día, con una empinada subida por una escalera de madera: ¡la vista desde la cima merece el esfuerzo! Después de la caminata, tomaremos los botes para dar un paseo alrededor de la colosal Roca del Pináculo, seguido de tiempo para disfrutar de la playa y de un poco de snorkel. También podemos montar en el barco con fondo de cristal para disfrutar de unas magníficas vistas del mundo submarino.

Tras el almuerzo, embarcaremos en las pangas para desembarcar en Bahía Sullivan, en la costa este de Santiago, una playa de arena blanca de coral ideal para nadar y bucear, y con un sendero sobre un campo de lava que fluyó aquí hace menos de 100 años. Este es el lugar perfecto para ver y sentir el origen volcánico de Galápagos mientras se observa su fauna.

Por la mañana, comenzamos nuestra exploración de esta isla con un sencillo paseo para observar aves marinas y terrestres. Hay una caminata opcional sobre la lava afilada y el terreno irregular para obtener vistas espectaculares, o bien podemos volver a la playa para disfrutar de la natación y el snorkel en este hermoso puerto natural. Los más aventureros pueden hacer snorkel en los acantilados o remar en kayaks de mar.

La tarde comienza con un interesante paseo en panga a lo largo de los acantilados antes de desembarcar para una corta pero empinada subida por una escalera de madera. Una vez en la cima, el terreno es llano, lo que permite una cautivadora caminata de alrededor de una milla hasta el otro lado de esta pequeña isla, observando grandes colonias de piqueros de Nazca, fragatas y petreles de tormenta y el escurridizo búho de orejas cortas.

Nuestro viaje termina en la isla de Baltra, donde nos trasladamos al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso al continente. El sustrato plano de Baltra (debido a su origen elevado) es la razón por la que la isla fue elegida en la década de 1940 como ubicación para construir un aeropuerto.